Después de una preciosa boda, qué mejor que disfrutar una tarde por los rincones que te han visto crecer y hacer unas fotos postboda con la chica de tu vida.
Visalibons es un precioso pueblito del Pirineo que ha sido el escenario de los juegos de infancia de Aitor y su hermano. Ha sido el punto de desconexión y de relax de esta parejita y qué mejor lugar para hacer su reportaje postboda.
Terminamos la tarde paseando y jugando por los alrededores del Monasterio de Obarra, un lugar mágico que muy rápido te envuelve con su aire misterioso y sus bosques encantados.
Blanca y Aitor han compartido conmigo algunos de los escenarios más bonitos de su historia. Ahora es mi turno para compartir con vosotros este punto y seguido de su historia.
Chicos, soy feliz por haber formado de esta forma tan especial un pequeño momento en vuestras vidas.
Que seáis muy muy felices. No cambiéis jamás ;D