En el Pirineo Aragonés hay un lugar mágico donde las bodas no son solo bodas, son mucho más que eso. La familia y los amigos se juntan durante varios días y viven juntos una experiencia como ninguna. Así fue la Boda en Ligüerre de Cinca de Laura y César, un fin de semana repleto de momentazos, de risas, de amigos, de música y de mucho amor.
Hace días nos habíamos juntado en Zaragoza para echar unas fotos de preboda, tomar unas cañitas por el Tubo de Zaragoza y que me contaran cómo iba a ser su gran día. Todo pintaba de lujo pero lo que nos esperaba ese gran fin de semana superó las expectativas y mucho.
Ligüerre te acoge con los brazos abiertos en cuanto giras la carretera, te saluda con sus calles cargadas de recuerdos y te invita a soñar con su precioso lago azul pero nada como las sonrisas de Laura y César al recibir a cada uno de sus invitados. Desde el minuto uno ya estábamos todos deseando que su boda no terminase nunca.
Son una parejita con una personalidad que deslumbra, se quieren con locura y transmiten felicidad plena, por eso Carmen y yo disfrutamos tantísimo recogiendo cada momento con nuestras cámaras.
Fue una boda divertidísima en la que todo acompañaba a la perfección, hasta se unieron a la fiesta Mary Poppins, Supermán y una Sargantana. Y para terminar, qué mejor que bailar con tu pareja al son de la música manteniendo un farolillo de papel encendido para dar color a la noche.
Laura y César, mil gracias por contar con nosotras para vuestro gran día. Sois geniales y os deseamos que sigáis siendo tan felices y transmitiendo tanto amor como lo hacéis ahora.