De Maite y Javi tan solo puedo decir cosas buenas. Cuando les conocí me encantó ver esa complicidad tan grande que hay entre ellos, y en su preboda descubrí a una pareja llena de energía, enamorados hasta las trancas y entusiasmados, como el que más, con su gran día.
Me contagiaron muy fácilmente esa alegría que tienen dentro y esa emoción que te envuelve cuando estas preparando una fiesta con toda tu gente.
El día de la boda no me sorprendió ver lo felicísisisimos que estaban, con esa familia y esos amigos es imposible no explotar de alegría.
Disfruté muchísimo con ellos, me hicieron reír hasta llorar con el video que les habían preparado y nos trataron como a uno más de su familia.
Un millón de gracias Javi y Maite por ser tan geniales y por confiar en mi para inmortalizar vuestro día.
Gracias también a Ivan Perez por apoyarme y ayudarme a crecer cada boda un poquito más y al Hotel Río Bidasoa por atendernos tan tan bien y ponerlo todo tan bonito.