Cuando dos personas tan tan geniales como Alberto y Mª Angeles se pusieron en contacto conmigo y me explicaron cómo iba a ser su gran día, me imaginaba una gran fiesta desbordante de felicidad, pero no era ni de lejos lo que me esperaba.
Una boda de las que hacen historia, de las que recuerdas con una sonrisa y con solo ver las fotos no paras de recordar cada una de lcarcajadas que hacían de banda sonora ese día.
La finca El Lebrel de Pedrola ha sido todo un descubrimiento, cada uno de sus rincones sirvió de escenario para momentos épicos, y nunca mejor dicho, jejeje.
Una boda de diez de una pareja sencillamente impresionante. Como ya os he dicho alguna otra vez, «NO CAMBIÉIS NUNCA»
Y antes de pasar a ver mi resumen del gran día, me ha costado seleccionar las fotos no sabéis cuanto, quiero agradecer a Maria Vecino que me acompañara tan tan bien. Eres muy grande pequeña!!!! Gracias mil.
