Son las cosas bonitas que tiene la vida las que de pronto te presentan parejas tan geniales como ellos y por suerte pude convertirme en la fotógrafa de su boda en Bodega Otazu.
Ioanna y Carlos prepararon su boda juntos y el gran día no podía ser menos. Se vistieron en el mismo lugar, una zona preciosa y muy íntima del Señorío de Otazu, para compartir esos grandes momentos de familia, risas y nervios de la mano, eso si, cada uno en una habitación para que la sorpresa existiera al verse vestidos de novios por primera vez.
Al llegar los invitados, celebraron una boda muy íntima en la preciosa Iglesia de San Esteban de Otazu. Hubo música, risas, ternura y sobre todo, dos Sí enormes.
La fiesta continuó en la zona de la Bodega, no sin antes hacer una pequeña parada en los viñedos para hacer alguna foto más.
Sin lugar a dudas una boda divertida y preciosa a partes iguales de una parejita que no se merecen menos.
En esta ocasión tuve el enorme lujazo de ser acompañada por la genial fotógrafa y gran amiga Sonia Senosiain con la que siempre es un gustazo compartir estos momentos.
El súper vestido de Ioanna es de La Núvia Pim Pam y sus geniales alpargatas de Carmenchu, según ella "además de bonitas, lo más cómodo que te puedes imaginar".
Y no podía olvidarme de Lola Perez, que dejó a Ioanna preciosa con un maquillaje súper natural y con el peinado que ella deseaba.
